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jueves, 20 de febrero de 2020

El Sistema Nervioso Autónomo: Sistema Simpático y Parasimpático


El Sistema Nervioso Autónomo (SNA) es la parte del sistema nervioso que controla y regula los órganos internos como el corazón, el estómago y los intestinos, sin necesidad de realizar un esfuerzo consciente por parte del organismo. Es parte del sistema nervioso periférico (que incluye el Sistema nervioso Somático o SNS y el SNA) y por este motivo también controla algunos de los músculos del cuerpo.

Controla funciones de manera automática como por ejemplo los latidos del corazón, la digestión, la respiración, el sudor, la presión arterial, etc.

Funciones del SNA

El sistema nervioso autónomo controla los siguientes procesos internos:

  • Presión sanguínea
  • Corazón y frecuencia respiratoria
  • Temperatura corporal
  • Digestión
  • Metabolismo (lo que afecta el peso corporal)
  • El equilibrio de agua y electrolitos (como sodio y calcio)
  • La producción de fluidos corporales (saliva, sudor y lágrimas)
  • Micción
  • Defecación
  • Respuesta sexual

Así, la mayoría de los órganos están controlados por el sistema nervioso simpático y el parasimpático. A veces ambos tienen efectos opuestos en el mismo órgano. Por ejemplo el sistema simpático aumenta la presión arterial mientras que el parasimpático la disminuye. En general, ambos sistemas trabajan juntos para garantizar que el cuerpo responda adecuadamente a las diferentes situaciones.


La función principal del SNA es mantener el equilibrio del medio interno, la homeostasis, y controlar las funciones involuntarias. Por este motivo es capaz de modificar la actividad de la musculatura lisa, las glándulas y el músculo cardíaco en respuesta a la información que proviene de niveles superiores del cerebro (especialmente emociones y estímulos del entorno).


El SNA está compuesto por dos grandes sistemas:

  • El sistema nervioso simpático
  • El sistema nervioso parasimpático

Sistema Nervioso Simpático

El  sistema nervioso simpático prepara el cuerpo para situaciones que requieren estado de alerta o fuerza, como situaciones que despiertan temor, ira, emoción o vergüenza (situaciones de «lucha o huida»). En este tipo de situaciones, el sistema nervioso simpático estimula los músculos cardíacos para aumentar la frecuencia cardíaca, dilata los bronquios de los pulmones (incrementa la retención de oxígeno) y causa la dilatación de los vasos sanguíneos que irrigan el corazón y los músculos esqueléticos (aumentando el suministro de sangre).

La médula suprarrenal es estimulada para liberar epinefrina (adrenalina) y norepinefrina (noradrenalina), lo que a su vez aumenta la tasa metabólica de las células y estimula al hígado para que libere glucosa en la sangre. Las glándulas sudoríparas se preparan para producir sudor. Además, el sistema nervioso simpático reduce la actividad de otras funciones corporales que son menos importantes en emergencias, como la digestión y la micción.

La activación simpática tiende a producir efectos generalizados (difusos), que suelen ser perdurables.

Las fibras simpáticas se originan en neuronas de segmentos torácicos y lumbares de la médula espinal, en el cuerno lateral. Por ello, la división simpática también se puede llamar división toracicolumbar. Salen de la médula y viajan por nervios espinales torácicos y lumbares, hasta que llegan a una cadena de ganglios interconectados que está paralela y muy cerca de la médula espinal, la cadena simpática.


En los ganglios simpáticos y las neuronas preganglionares sinaptan con las postganglionares, y liberan acetilcolina. Las fibras postganglionares se distribuyen muy ampliamente y liberan noradrenalina sobre los órganos efectores.

Sistema Nervioso Parasimpático

El  sistema nervioso parasimpático  está activo durante los períodos de digestión y descanso. Estimula la producción de enzimas digestivas y estimula los procesos de digestión, micción y defecación. Reduce la presión arterial y las frecuencias cardíaca y respiratoria, y conserva la energía mediante la relajación y el descanso.

Las fibras neuronalessalen del SNC (tronco y médula) y viajan por nervios craneales y por nervios espinales sacros (sobre todo el nervio vago). Llegan a ganglios que se encuentran situados en las vísceras o muy cerca de ellas; a diferencia de la división simpática que hacía las sinapsis entre neuronas preganglionares y postganglionares en ganglios localizados muy cerca de la médula, lejos generalmente los órganos efectores.

En los ganglios parasimpáticos, las neuronas preganglionares sinaptan con las postganglionares y liberan acetilcolina.

El sistema parasimpático estimula actividades que facilitan el almacenamiento o ahorro de energía. Produce cambios encaminados a conservar y restaurar la energía y asegurar el bienestar a largo plazo (por ejemplo, la digestión), mientras que la activación del simpático sirve para enfrentarnos a emergencias a corto plazo.

Tanto el sistema simpático como el parasimpático están involucrados en la actividad sexual, al igual que las partes del sistema nervioso que controlan las acciones voluntarias y transmiten la sensación de la piel (sistema nervioso somático).

Referencias

  • Bradford, H.F. (1988). Fundamentos de neuroquímica. Barcelona: Labor.
  • Carlson, N.R. (1999). Fisiología de la conducta. Barcelona: Ariel Psicología.
  • Carpenter, M.B. (1994). Neuroanatomía. Fundamentos. Buenos Aires: Editorial Panamericana.
  • Delgado, J.M.; Ferrús, A.; Mora, F.; Rubia, F.J. (eds) (1998). Manual de Neurociencia. Madrid: Síntesis.
  • Diamond, M.C.; Scheibel, A.B. i Elson, L.M. (1996). El cerebro humano. Libro de trabajo. Barcelona: Ariel.
  • Guyton, A.C. (1994) Anatomía y fisiología del sistema nervioso. Neurociencia básica. Madrid: Editorial Médica Panamericana.
  • Kandel, E.R.; Shwartz, J.H. i Jessell, T.M. (eds) (1997) Neurociencia y Conducta. Madrid: Prentice Hall.
  • Martin, J.H. (1998) Neuroanatomía. Madrid: Prentice Hall.
  • Nolte, J. (1994) El cerebro humano: introducción a la anatomía funcional. Madrid: Mosby-Doyma.

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